Pacific Rim es, sin duda, una de las sorpresas del año. Tras la indiferencia que me dejaron los trailers (sin duda provocado por productos como Transformers o Battleship) hay una película hecha con cariño, con un guión lo suficientemente trabajado como para que los diálogos no te provoquen una embolia, con unos recursos envidiables y, sobretodo, con muchísimo frikismo. El argumento podria parecer algo limitado, pero no. ¡Porque hay que ver lo que da de si dos horas y media de espectáculo adrenalínico!.
Tengo que admitir que he ido a la sala de cine con bastantes dudas. En primer lugar, Guillermo del Toro tiene buenas ideas, pero siempre hay algún elemento en sus películas que rezuma falsedad. Por otro lado, debido a los robots del señor Bay y los barquitos de Rihanna me esperaba alguna chorrada con muchos golpes pero poco argumento. Pero tras el visionado de Pacific Rim ambas reservas se han ido por completo. Los efectos especiales y digitales están muy logrados. La integración del CGI es absoluta, al igual que los elementos físicos creados para la ocasión.
Guillermo del Toro ha creado un universo que puede dar mucho de si, y espero que pueda llevar a la pantalla todas las ideas que tenga en mente. Le acción transcurre cual blockbuster veraniego, pero entre puñetazo y puñetazo va sembrando para que en futuras secuelas haya algo sobre lo que trabajar ¡Mucho, de echo!
En definitiva, Pacific Rim es el mejor blockbuster en lo que llevamos de verano, e incluso en lo que llevamos de año. Mucho más entretenida que El hombre de Acero, con muchos más leñazos que Lobezno Inmortal y con unos efectos digitales mucho más logrados que Guerra Mundial Z. No esperéis una película trascendente ni un producto que vaya a remover conciencias: es puro entretenimiento ¡Puro y magnífico entretenimiento!