Cita Iniciado por Cañoncito Ver mensaje
Me lancé a ver esta serie después de leer esta crítica de nuestro amigo Vanlose, serie de la que no sabía nada. Debo decir que, por desgracia, para mi, no he sentido esa fascinación que desprenden las palabras de Vanlose. De hecho, me ha costado terminarla.

Voy a señalar los aspectos que me han sacado de la serie y que para mi hace que quede lejos de series como The Wire, The Sopranos, o The Shield, que se ha nombrado hace poco, y que es magnífica, como la anteriores, en algo en lo que The Americans falla, desde mi punto de vista. En todas ellas conectas con los personajes, con los buenos y con los malos, entiendes sus motivaciones, te emocionan, te cabrean, te hacen pensar sobre por qué hacen lo que hacen, etc. pero en The Americans eso no lo he visto, salvo en los dos personajes principales.

Si esta serie merece la pena es por Matthew Rhys y Keri Russell, eso es indudable, pero sin embargo, será por cómo inician su relación esos dos personajes que son "forzados" a crear una familia, o será por sus continuos escarceos, o por sus continuas dudas, no lo sé, pero para mi a esa pareja le ha faltado pasión y el final me ha dejado frío.

Pero bien, como digo ellos son los mejores pero hay personajes que me sacaban completamente de la historia.

Noah Emerich, el vecino agente del FBI. Lo siento, no puedo con sus caras de panoli. Si es que no se enteró ni de que su mujer se la estaba pegando. No es que le diese igual, que también, es que no se enteraba. Su relación con Nina, no sé, es que no entiendo un agente del FBI que ha estado infiltrado en una banda de narcotraficantes que sea tan "parao". Y encima se cargan en la primera temporada a su compañero que era el que tenía chispa. Pero claro, como era de origen sudamericano ...

La hija, ufff, la hija, lo siento, no puedo con ella y sus caritas. Además es que le dan un protagonismo excesivo y el rollo con el cura que luego termina en nada. Eso me parece poco creíble. Para rematar llaman al cura que está en Buenos Aires para preguntarle si sabía algo y dice que no y a la par te muestran a un cura ortodoxo infiltrado por el KGB y no aguanta 5 minutos en un interrogatorio.

Luego tienes a Margot Martindale como contacto entre ellos y la agencia, que podrías haber sacado mucho jugo a esa relación tensa entre ella y Elisabeth y te la quitas de en medio para meter en la tercera temporada a Frank Langella como nuevo contacto, y que a la postre no ha aportado nada destacable, hasta tal punto que posteriormente vuelven a hacer uso de Margot Martindale.

Luego, como digo dan un papel demasiado preponderante a la hija en situaciones que como digo a mi me aburrían y de repente desaparece el hijo, que aparece de higos a brevas jugando a la commodore para finalmente abandonarlo a su suerte. A ver, si lo que queremos es que el espectador vea los conflictos morales, sociales y familiares que puede tener un espía, ¿no trates así a un miembro de tu familia? O bien, haber creado una familia con un sólo hijo. No sé, ahí está Los Soprano, que hasta el primo más lejano tiene un tratamiento digno.

No quiero sonar demasiado fuerte, me parece una serie interesante, pero que no puedo ponerla al nivel de las grandes por este tipo de situaciones que comento.
Por lo que me parece entender de tu mensaje la serie te ha entusiasmado pero no quieres verbalizarlo de forma expresa .

Esta es una serie bastante controvertida en cuanto a como valorarla, muy apreciada por la crítica pero no tanto por el público seriófilo, aunque ha mantenido un buen seguimiento. Las clasificaciones son un terreno muy pantanoso, mi percepción general sobre listas y rankings es que al final el elemento decisivo es lo que ha disfrutado cada uno con cada serie. Además si te pones a pensarlo no parece tener mucho sentido comparar Historias para no dormir con Arriba y Abajo, una no sustituye a la otra y ambas son insustituibles a su manera , por eso esto es un mundo tan maravilloso, grandes posibilidades de disfrutar con tal variedad.

No obstante hay algunas obras que - por así decirlo - abren nuevos caminos por su originalidad, enfoque o influencia más allá de su "calidad". Por ejemplo The Wire podría ser un caso extremo de esto, una serie que está concebida para pulverizar todas las convecciones del medio, elude todos los mecanismos sentimentaloides y melifluos, desprecia los efectismos y los trucos de guion, no se refugia en los elementos melodramáticos de los personajes y aplica una visión aséptica de entomología periodística. Podría haber sido el coñazo de la década y se convirtió en un exitazo. Muchas series han intentado seguir este esquema sin tanta fortuna, sin asideros emocionales que permiten anclar la historia contada, tomarse el tiempo natural que te exige el argumento y evitar las soluciones y moralejas facilonas.

The Americans también tiene elementos totalmente novedosos y muy arriesgados según mi opinión, pero no quiero reiterarme en mis comentarios, a fin de cuentas esto son elucubraciones de índole más intelectual que no te pueden hacer amar una obra si no te conmueve en las zonas blandas.

Saludos