
Iniciado por
Vanlose
El Loto Blanco (The White Lotus) en HBO. Una serie muy recientemente estrenada que consta de 6 capítulos. Una realización algo alejada de los estándares HBO que abordé como tantas otras, ver el primer capítulo con la intención de dejarlo a la mitad del segundo. Por razones diversas lo dejamos correr y lo cierto es que terminamos disfrutándola. El argumento es simple y un tanto en línea con cierta tendencia que se detecta en varios éxitos de los últimos tiempos, un grupo de turistas de élite coinciden en un resort de un hotel llamado el Loto Blanco de Hawaii, ese conjunto de islas que parecen una infografía diseñada por el staff de una empresa de turismo. Yo no las conozco pero siempre me han parecido que no eran reales, más bien un tipo de parque temático en el que hasta los nativos parecen empleados .
En cualquier caso el elemento que más me ha interesado es el de la vuelta de tuerca tan interesante que le dan a la lucha de clases - no ya del tipo de “Las Uvas de la Ira” o “La Sal de la Tierra” – sino de algo mucho más sutil. Aunque el grupo de clientes sobre el que se centra la serie son por lo general ejecutivos top, herederos o millonarios hay un grupo de adosados como amigos, esposas y trabajadores locales que están inmersos en la vorágine capitalista de la vida. El guion es lo suficientemente bueno como para evitar estereotipos y lugares demasiado comunes, es decir, los ricos no son malos o malvados sin alma, más bien buenas personas que ante la ausencia de preocupaciones reales tienen problemas de tipo “espiritual, cosmético o humano”. Lo que más me ha llamado la atención es la incapacidad de comunicarse entre ellos a un nivel realmente sincero no por falta de lenguaje o de relación, sino porque los esquemas mentales de ambos están tan alejados que no se entienden. La realización es algo más dudosa, ese tipo de imágenes que rozan el videoclip pero que son efectivas, lo mejor son los diálogos y los personajes, especialmente el director del hotel y el marido de la ejecutiva Nicole. Este último es tan patético como lúcido en sus diálogos, totalmente transparente y como dice su mujer; “Tu problema es que no filtras nada de lo que piensas”.
Capítulo aparte merece la banda sonora, realmente parte fundamental de la realización y con una presencia constante y prominente. Realmente es sobresaliente, una música que genera tanto relax como inquietud, con una cualidad hipnótica. Una mezcla de voces sintetizadas, teclados ambientales y flautas de madera con una presencia predominante y pulsante de la percusión. Yo no conozco de nada a este compositor pero es una excelente presentación.
Saludos