Aunque mi ración de series ha disminuido de forma radical, hay un par de ellas relativamente recientes que puedo comentar. Ambas de tramas judiciales, una basada en un caso real y la otra es de ficción, aunque curiosamente parece más imaginaria la real que la inventada.
La imaginada se llama “Showtrial”, emitida en Movistar. Es una producción británica (BBC) de esas que hacen como churros con un nivel mucho más que aceptable. Una gran actuación de una joven Celine Buckens y la más que destacable presencia de su abogada Tracy Ifeachor que luce como una princesa africana con una elegancia que rivaliza con una gacela Thompson. Un caso de asesinato en el que los sospechosos son mediáticamente culpables propiciatorios por su tipología (pijos, drogatas, pervertidos y amorales). Lo mejor es la descripción de todos los aspectos exógenos al juicio (incluyendo las investigaciones policiales) y cierta mirada crítica con los juicios paralelos.
La otra serie es “The Staircase” (La Escalera), de una productora independiente norteamericana llamada Annapurna TV sobre un caso real sucedido en 2001 de un supuesto crimen de un marido (novelista) sobre su mujer. Un asesinato (o accidente) realmente extraño en su ejecución en el que todo es tan realmente extraño que cualquier hipótesis tiene cabida. Una gran descripción familiar, unos actores estelares (Colin Firth y Tony Collete) y una gran ambientación. Lo interesante de esta serie es que nace a rebufo de un documental ya estrenado de unos franceses (y que también se emite en Netflix) que a su vez se incorpora su grabación en la trama de la serie. Yo he visto los 6 capítulos emitidos que concluyen con el veredicto del jurado, aunque parece que quedan un par de ellos por emitir.
En fin, nada que vaya a cambiar la historia de la TV, pero se pueden verse con agrado.
Saludos