Compositor(es): J. Strauss, Mozart, Bach, Liadoff, McMoon, Delibes, David.
Intérpretes: Florence Foster Jenkins (soprano), Cosme McMoon (piano).
Año grabación: hacia 1940
Sello: Membran.
Año edición: 2004.



Posiblemente sea el peor disco que he escuchado en mi vida en cuanto a sonido e interpretación. Y sí, aún así, lo recomiendo, me parece uno de esos discos que hay que escuchar al menos una vez en la vida.

Florence Foster Jenkins -Madame Jenkins- la soprano protagonista de este cd, nació en 1868 y era hija de un rico banquero. Amaba la música sobre todas las cosas, pero ni su padre ni su marido la animaron jamás a que se dedicase a ella. Finalmente, tras casarse y ser la mayor benefactora de una sociedad musical, empezó a mostrar su talento vocal en los eventos que anualmente organizaba este liceo musical: eventos tan megalómanos como ridículos (véase la imagen de la portada del cd). Con el tiempo, estos eventos fueron profesionalizándose, hasta llegar a celebrarse anualmente en el Ritz-Carlton de NY. Conseguir entrada para eventos era tarea poco más que imposible. Cuenta la leyenda que jamás finalizó ninguno sin que Madame Jenkins se cambiase, al menos, hasta tres veces de vestido.

Su megalomanía era tal que alquiló el Carnegie Hall para una de sus interpretaciones, el 25 de octubre de 1944. A pesar de que las entradas eran carísimas, se agotaron completamente varias semanas antes del concierto, que dio unos fabulosos beneficios de más de US$6.000 de la época.

La vida de Madame Jenkins fue bizarra hasta el extremo, e incluso después de muerta el ridículo siguió danzando alrededor de ella: su pianista acompañante -Cosme McMoon- pretendió quedarse con su herencia declarando que habían sido amantes, pese a su fama de homosexual.

E intuyo que quizás alguien se esté preguntando porqué recomiendo un disco que he dicho que es la peor interpretación que he escuchado en mi vida. Pues bien: si algo tiene la música de lo que carecen el resto de artes, es su universalidad: no es necesario conocer ningún código previo para que nos emocione. Y si consideramos la risa como una emoción, este cd es de los más emocionantes que podréis escuchar jamás.

En cualquier caso, siempre queda la opción de buscar en la red algunas de sus interpretaciones. Es especialmente hilarante el aria "Der Holle Rache", que canta la Reina de la Noche en la maravillosa ópera mozartiana "La flauta mágica". Sólo por este acompañamiento, el pianista se merecía realmente quedarse con su herencia.

Saludos,
S.