Málaga
Teatro Cervantes, primera fila centrado.
Orquesta Filarmónica de Málaga
Director invitado: Theodor Guschlbauer
Piano: Javier Perianes

Programa:
Turandot. Obertura, C.M. von Weber
Concierto nº 23 para piano y orquesta en La mayor, K. 488, W.A. Mozart
Variaciones sobre un tema de Joseph Haydn, Op.56ª, J. Brahms
Metamorfosis sinfónicas, P. Hindemith

También he estado en algunos conciertos en este año, nada destacable.


El sábado pasado fui a ver a Javier Perianes y estuvo muy bien, pese a lo aburrido de la obra elegida, el concierto para piano nº 23 de Mozart, agradable pero aburrida. Lo mejor fue el adagio donde Perianes pudo exprimir su sensibilidad y sutileza, tocando de memoria.

El resto de las obras tampoco me dijeron gran cosa, también interesantes y agradables, poco más.

El director invitado fue un vienés que desconocía, Theodor Guschlbauer. Dirigió a Mozart con partitura ya que casi no se le veía pero cuando quitaron el piano de cola que le tapaba salió a pecho descubierto, cuestión de estética supongo.

La orquesta a un gran nivel, como siempre, con alguna baja importante por la gripe que estamos sufriendo. Me fijé en las filas de detrás que varios músicos más noveles (mujeres en su mayoría) se entregaban con entusiasmo a la obra, mientras que los “dinosaurios” de la primera fila estaban más estáticos y pasotas. Yo daría la vuelta a la tortilla en la situación de los músicos, poniendo a los entusiastas en posiciones destacadas.

Lo mejor de la velada es que fui con mi hija de 4 años, que se portó fenomenal y le gusto mucho – toma los conciertos cómo premios-, en especial el de Mozart.

A mi crítico favorito también parece que le gustó algo más pero yo creo que lo dice más de cara a la galería.

Variaciones de la Orquesta Filarmónica de Málaga