En el fondo, siempre es lo mismo: alguien que pretende adoctrinar a la sociedad para que sea como él quiere y dirigirla, claro. Me da igual que sean fanáticos religiosos, integristas islámicos, ecologistas salvadores del mundo mundial. El caso es considerar a la gente menor de edad, imbécil y convencerle de que le tienen que salvar y que si no habrá un enorme cataclismo. Antes los clérigos trataban de evitarte la condenación eterna, ahora, que dentro de cien años la temperatura del planeta haya subido no sé cuantos grados.