Por supuesto que es un soplo de aire fresco, como lo es volver a recordar a Mozart en su 250 aniversario. La buena música no tiene edad, sobre todo oyendo ¿la música? que tenemos que soportar en los últimos años.
En mi caso prefiero volver a ver a Waters tocar las mismas canciones, que asistir al 99,99% de los conciertos que se programan.

Saludos