Pero igual que os digo esto, y cuando me pasó os planteaba la "perfección" de la escucha en casa, también pienso en lo importante que para mí es la "visión del sonido", cómo es extraído de los instrumentos por los intérpretes, aportando su propia emoción, *es una sensación que solo el DVD o la asistencia en directo nos puede aportar.
También durante el concierto se da la inmediatez de la música "recién hecha", en donde vivimos no solo el sonido sino todo el ritual de asistir al espectáculo (una sala embellecida, con ropas elegantes, acicalados, relajados y dispuesto a disfrutar con todos los sentidos...) que nos da un sustrato, si queréis espiritual, que facilita una experiencia musical más intensa y completa, y a la vez única e irrepetible: esa vivencia del concierto en directo que recordaremos más allá del propio sonido.