Antes que nada me quedo con DJANGO REINHARDT (Liverchies, Bélgica, 1910 - Fontainebleau, Francia, 1953):


Del que Jean Cocteau escribió tras su muerte:

Django muerto, es como una de esas fieras apacibles que se mueren en su jaula. Vivió como uno sueña vivir: en un carromato. Y cuando aquello ya no era un carromato, seguía siendo un carromato. Su alma era itinerante y santa. Y sus ritmos le pertenecían, como las rayas pertenecen al tigre, como la luz que irradiaba y como sus bigotes. Los llevaba en la piel...

Jean Cocteau

Y después dos maravillosos seguidores de Django, un contemporáneo suyo y porteño como Salinas: Oscar Alemán, y otro actual *pero tan gitano como Django: Birelli Lagrene, del que recomiendo este maravilloso "The Complete Gipsy Project"


También Brasil es cuna de insuperables [ch8220]violonistas[ch8221], Baden Powell el conocido, pero los hay increíblemente virtuosos como Yamandú Costa, 100 % brasileiros y seductores como Luiz Brasil o Romero Lubambo, o técnicos y personalísimos como Paulo Bellinati, y me dejo en el tintero muchísimos. Por cierto me encanta este disco


Pask, A salinas lo ví hace tres meses en la sala Clamores, y ciertamente es un gran guitarrista, además de un tipo muy simpático y un explorador incansable del folklore argentino.

Imagino que has sufrido un lapsus con Corea: excelente pianista/teclista de jazz, que a mi me gusta más en su faceta latin. Imagino que estarías pensando en McLaughlin o Coryell.

No sigo con eléctricas por no extenderme, pero no dejo sin citar a mis favoritos, Steve Cropper en soul, Albert King en blues y Kenny Burrell en Jazz. En rock me encanta Gram Parsons, pero no hay que olvidarse de Frank Zappa.