Es curiosa la fama que ha tenido esta pieza en concreto, no sabría decir exactamente cual fue el disparador. Yo diría que fue la versión de Rostropovich de mediados de los 90s cuando comencé a notar el uso masivo de esta obra. Siempre se suele seleccionar la Suite No 1 pero todas son extraordinarias, quizás de las pocas obras de Bach decididamente emocionales aunque esto puede ser muy subjetivo.

El caso es que ha inundado la publicidad, te dan ganas de comprarte un coche (eléctrico !!!) cada vez que la escuchas y se añade a su repertorio de alcance popular del genio, junto a las variaciones Goldberg (a la Gould) y El Clave bien temperado. Hasta si la memoria no me falla el mismo Hannibal practicaba las Goldberg antes de comerse algún cerebro.

Mi interpretación favorita de esta obra es la de Fournier.

Saludos