Ciertamente es un tema difícil de solucionar.

La CULTURA en la sociedad occidental ha sido un hito representativo de la libertad de expresión. No es lo mismo lo que dice EL PAPA o un representante político, que lo que se hace en un ópera, así que me parece una pena.

Por otro lado hay que ser pragmáticos y si una ciudad va a verse amenazada realmente a consecuencia de una cuestión de este tipo, pues es muy comprensible que se haga.

En cuanto a los directores que llaman la atención con sus puesta en escena, estoy de acuerdo con Mozart, quien no quiera que no vaya. Este verano tuve la oportunidad de ver el Don Giovanni en Viena, con una puesta en escena "diferente". Todo se desarrollaba en un hotel, con ascensores que suben y bajan, para acabar en los sótanos con la muerte de Don Giovanni. La ópera está siendo un éxito absoluto de crítica y público. A mí personalmente me gustó mucho. Luego pongo alguna foto.