Te veo un poco liado. No soy yo el que te vaya a desliar. Pero intentaré contarte mi experiencia.
Si el audio no es lo tuyo, todo se parecerá fabuloso. Caro o barato.
Puedes pagar marca, que no será malo, o puedes ahorrar glamour y comprar bueno.
Yo tampoco sabía nada de nada. Pero sí descubrí (gracias al foro), que los mejores altavoces construidos son los monitores activos de campo cercano, los que usan los profesionales para estudios, grabaciones, ensayos, etc.
Entonces me compré lo mejor que había aquel entonces, 3 MSP-7 de Yamaha.
Y DESPUÉS contraté a una casa profesional a la que le compré el proyector (que no tenía ni idea de nada) y que por el precio me "optimizaba" mi instalación.
En realidad midieron y describieron que nunca habían encontrado una instalación donde no hubiera que retocar nada.
Pero me hicieron cables a medida y me ayudaron a colocar el sub.
No tengo unos altavoces bonitos, estética industrial suelo justificar a las visitas, pero suena, sobre todo a bajo volumen cuando el resto duerme, de una forma increíble.
Tengo un estupendo ampli Rotel musicófilo que infrautilizo por tener los cuatro altavoces frontales (sub incluido) autoamplificados....
Necesitan alimentación eléctrica, que es mejor reunir en una regleta con interruptor (que a su vez yo tengo en un enchufe conmutado con interruptor "a mano"), y el cable de señal no es el de altavoces de toda la vida, sino cable de micrófono o de sub:
http://www.amazon.es/Cables-To-Go-80...able+subwoofer
Insisto en que lo mejor es ir paso a paso, y así disfrutarás de las mejoras durante más tiempo.
Cómprate el trío frontal y un buen sub (si es bueno los altavoces no tienen porqué ser de columna) con un buen ampli (para 9.2 ó 12.2 si tienes dinero). Alucinarás.
Dentro de un año, te compras los surround laterales.....nuevo disfrute de novedades.
Luego los surround back, cuando ya seas un experto. Y finalmente los Atmos...
Esto te garantiza el máximo disfrute. Todo de golpe es gratificante, pero "ya está", se agota el gen del maravillarse y que la mandíbula se afloje. De la forma lenta, vas difiriendo el placer en perlas de asombro.
Perdón por el tocho.