El televisor es el dispositivo de salida, es decir, el que ha de representar la imagen, por lo que es quien debe ser calibrado. El panel tiene unas características que se ajustan a través del software mediante la electrónica, por lo tanto, únicamente la calidad de la electrónica y el software determinarán el rendimiento máximo del panel. El usuario sólo puede obtener el máximo potencial mediante el software, ya que éste es el intermediario entre el usuario y la electrónica.
Las unidades lectoras son los dispositivos de entrada, se encargan de obtener de un soporte físico la información almacenada y enviarla en formato digital (o analógico) al dispositivo de salida, es decir, al televisor.
Por lo tanto no tiene sentido calibrar las unidades de entrada porque sólo se encargan de transferir la información, no de representarla.