Tenemos varias opciones en el mercado a la hora de comprar una fuente de visualización. Antes de ello es preciso reflexionar sobre los dirtintos formatos.
1.- Tvs:
CRT o tubo de rayos catódicos. Es la de toda la vida y consiste en que dentro del aparato se encuentran tres tubos, uno para cada color principal (rojito, verde y azulito), que convergen para crear una imagen única. Es la tecnología más avanzada por su tiempo en el mercado y la que mejor imagen ofrece. Su único pero es el limitado tamaño de la pantalla pues no suele ser mayor de 36" y que tienen un pronunciado fondo (tamaño).
TFT/LCD o pantalla de cristal líquido: cada vez más presente en el mercado y nacida para competir con las televisiones planas de plasma. Es la que peor calidad de imagen ofrece y tiene el mismo inconveniente que las CRT Tvs: el reducido tamaño.
Plasmas: se utiliza un gas especial embutido entre dos finas placas de cristal, los impulsos eléctricos pasan a través del gas en puntos y momentos especídicos. Ello produce una reacción que se traduce en diferentes pixels. Así proyectan una imagen, por las reacciones de dicho gas a los impulsos eléctricos. Es una tecnología muy cara debido a lo complicado de su proceso de fabricación. Es por eso el por qué de su elevado coste, de cada plasma que uno compra está pagando al menos otro que se quedó en fábrica por no haber pasado el control de calidad correspondiente. Ofrece mayor calidad de imagen que el TFT y menor que el CRT.
2.- Proyectores (necesitan una pantalla de proyección):
CRT o tri-tubos: utilizados profesionalmente, consisten en lo mismo que las TV. Tres tubos dispuestos que convergen para ofrecer una señal única. De difícil ajuste y caro mantenimiento. La imagen: mejor que el cine, negros profundos, colores vivos, definición impecable...
DLP: tecnología basada en un chip DMD creado por la norteamoerciana Texas instruments. La imagen pasa por este chip y millones de microespejitos que como consecuencia de su movimiento origina una imagen. Actualmente han salido proyectores tri-DMD, utilizando un chip para cada color específico eliminendo la rueda de color que posibilita el mismo en los mono-DMD y hace visible el tedioso, para algunos, efecto arco iris.
LCD: de origen Japonés -Epson-, actuálmente estos proyectores están en alza debido a la importante mejora que a supuesto la incoporación de un panel por cada color. Los colores son apastelados y existe un efecto de screendoor o pixelización.
3.- Retroproyectores:
CRT: los más comunes, consiste en un proyector del tipo CRT en el interior del aparato y un espejo que posibilita una proyección sobre la pantalla. Son los que mejor calidad ofrecen.
LCD: de igual índole pero con un proyector del tipo LCD en su interior.
DLP: es posible que con la incorporación de los tres chips DMD se empiecen a fabricar este tipo de aparatos con muchísima calidad.
Tanto proyectores como retroproyectores requieren del mantenimiento de una bombilla (o varias) que tiene un tiempo de existencia limitada...