Se me pasaba una cosa. Me parece absolutamente incomprensible (por no decir inaceptable) que para calibrar en teoría el mejor TV del mercado (o cualquier otro) se tenga que recurrir a entrar en el menú interno para modificar parametros preestablecidos y además teniendo que manejar herramientas y programas, además de conocimiento de lo que se hace y a lo que te arriesgas, independientemente de que ciertos software que pululan por la red nos puedan causar más o menos sospecha de cierto interés por parte de quienes los "publicitan".
En definitiva ... si un TV que cuesta entre pitos y flautas un pastizal de €, además necesita de retoques de configuración vía software o cualquier otro medio ... apaga y vámonos.
Saludos.