Esta tarde he tenido la oportunidad de asistir a una presentación muy especial. En concreto se presentaba al mercado español el último producto de fuente de visualización digital que la Japonesa JVC pone en el mercado Español (y mundial). Su nombre: D-ILA PROJECTOR, DLA-HD2K-SYS.
Como todos/as ya os podeis imaginar es un proyector que se basa en la ¿desconocida? tecnología D-ILA con la que JVC tratará de competir contra los novedosos proyectores de tres chips DMD de Texas Instruments. Concrétamente la tecnología D-ILA, como sabreis ya, está basada en una especie de LCD mejorada con la que se consigue mayores tasas de contraste, definición, profundidad de los negros y elminación total del efecto screen door del que tanto adolecen los proyectores de aquélla.
Este nuevo aparato posee tres chips D-ILA, uno para cada color primario, con una resolución de hasta 1920x1080 en 16:9. Es decir que admite diréctamente de origen formatos de alta resolución de hasta 1080 líneas Y EN PROGRESIVO.
Entre las diferentes conexiones encontramos todo lo que los aparatos de alta gama requieren, conectores BNC del tipo RGBHV, conexión DVI compatible con el protocolo HDCP y un largo sin fín que no os cuento pues las debereis dar por hecho.
Lo más llamativo del aparato, a parte de su compacto tamaño, es que tiene un procesador de vídeo externo a él. Este conexionado vía DVI con el proyector es capaz de realizar todo tipo de upsampling de la señal que le llegue escalándola hasta los deseados y codiciados 1080p.
En primer lugar conectamos el Linn Unidisk 1.1 con un DVD de presentación de esos que regala DTS. Como todos sabeis la resolución que ofrecen los DVDs es de 576 líneas horizontales, pues bien, con este escalador se convierten esas 576 líneas en la friolera de 1080 y en modo progresivo. ¿La imagen? Pues qué decir, impresionante, sin más.
En segundo lugar y lo que a mí más me apetecía conexionamos el Vídeo digital D-VHS modelo y pusimos una película. Se me cayó la cara al suelo, en esos momento se proyectaba una imágen en 1080 líneas en formato progresivo de origen... Qué decir a parte de que es la mejor imágen que he visto en proyección en toda mi vida, símplemente espectacular. Los negros, los blancos, el contraste, la definicón, los colores... todo era sublime, sin más. Pero lo que de verdad me llamó más poderosamente la atención fue la suavidad con la que se desarrollaban la imágenes. Cómo fluían, algo sin precedentes.
Espero no haberos aburrido mucho, añadir que la pantalla usada era una Stewart de esas grises con una base de 2,40.
Un saludo
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