Lo que debes entender es que la clave es controlar los reflejos espurios que son los que te darán por culo con el contraste.

No es muy importante el negro que logres (qué sí lo es también) sino el contraste. Si tienes un negro en 0.5 y un blanco en 1000 se verá peor que un negro en 0.05 y el mismo blanco en 500. Y el culpable de que se venga abajo el contraste es la luz reflejada en el entorno de la pantalla (la trasera no tiene ingerencia auqnue es bonito tenerla de color oscuro) qué vuelve a ella. Es cómo si pones un foco alumbrando la pantalla.

La pantalla en sala no dedicada debería ser siempre gris aunque sola de por sí no hace milagros. Hay extremos cómo el que he visto en un pub de pantalla negra y un proyector que si te ponías delante te prendía fuego pero, claro, se podía ver el fútbol con bastante buena calidad con las luces encendidas. No creo que haya cristo que se anime a ésto en casa.