El hecho es que el comprador no puede demostrar que el proyector estuviera dañado estéticamente en el momento en que el vendedor realiza el envío. En vista de esto, me parece que lo mejor que puede hacer, es cerrar el hilo y olvidar el tema.
Por otro lado, por más sospechosos que a algunos les puedan parecer los hechos, elucubrar sobre las intenciones o premeditación de uno y otro implicado, me parece totalmente fuera de lugar.
Saludos.