Golpe al 'mito Stradivarius'
Diez instrumentistas de renombre sometidos a una prueba a ciegas prefieren en su mayoría el sonido de los violines nuevos de calidad
Los violines fabricados por el italiano Antonio Stradivari y su familia en los siglos XVII y XVIII, los famosos Stradivarius, están acreditados como instrumentos de un sonido sin igual y prueba de ello es que alcanzan precios millonarios. Sin embargo, un estudio realizado por investigadores de la Universidad Pierre y Marie Curie y del CNRS, en París, ha concluido que su fama tiene mucho de simbólico, más que de racional, puesto que 10 concertistas de renombre sometidos a una prueba a ciegas fueron incapaces de diferenciar un Stradivarius de otros violines de gran calidad construidos en fecha reciente. Es más, la mitad de los especialistas prefirieron el sonido de los instrumentos de nueva factura. El estudio se publicó ayer en la revista Proceedings of the National Academies of Sciences.
Para determinar si los instrumentos clásicos eran realmente superiores a los actuales, creencia muy extendida incluso entre los propios solistas de violín, la investigadora Claudia Fritz y su equipo reclutaron a los músicos y les vendaron los ojos para que no pudieran identificarlos. A continuación les presentaron 12 violines -seis recientes y seis clásicos: cinco Stradivarius y un Guarnerius, igualmente muy apreciado- y les emplazaron a que eligieran cuáles serían sus preferidos para un hipotético concierto. Los instrumentistas, siete de los cuales tocan habitualmente con violines clásicos, desconocían la distribución numérica.