Comparto con todos vosotros el sentimiento de "insulto" audiófilo - melómano, pero creo que este producto no va destinado ni a audiófilos ni a melómanos, así de sencillo.

Habría que verlo como "una obra de arte" (discutible, desde luego y no estoy diciendo que lo sea) con capacidad para "emitir música" (lo que viene a ser un altavoz). De ahí las formas estrafalarias, los materiales nobles y el innoble percio. El uso de altavoces "baratos" en un producto tan caro -que pasa en la mayoría de diseños- creo que es algo secundario en este tipo de diseño, los clientes no buscan "sonido", buscan "exclusividad", piezas únicas, coleccionismo... y eso no tiene precio (según ellos, claro).


En definitiva, tener un objeto "cool" en casa (o la mansión, jejeje) sin importar el precio ni función...