Nobles gentes.
Honor es el que siento en dirigirme a vos Don Petua.
Noble gesto el decir lo que piensa, más aun expresar sus sentimientos con creo alguna certeza, yo que no soy sabio sí que le digo, que he escuchado a muchos consejeros, gente sabia y hasta a alguna poco cuerda.
Habla de carruajes, que es como hablar de doncellas, uno puede estar enamorado de hasta la más fea, si en el lecho sintiese como si a dios viera, pero en este Reino hay de todo como en cualquiera, magos, charlatanes, pillos, gente noble, predicadores, y otros como vos que con abierta generosidad se expresa y créame Don Petua que todo es fácil o no tanto como mejor quiera.
Si mi pensamiento no me engaña creo que no es cuestión de monedas, pero después de recorrer muchos valles y disfrutar de su belleza, también le digo que he estado en muchas guerras y ya viejo cuando uno recuerda, gracias da a el maestro que forjo mi armadura con el mejor acero y creo mi espada firme y ligera, de que le sirve a este caballero que alguien diga que para pasear hasta con asno y armadura de mimbres sobra, si la pasión de correr al galope es lo que nos ciega.
Créame Don Petua no es cuestión de monedas, pero grandes nobles que han estado en feroces contiendas, que gracias a esa armadura regresaron de la guerra pueden sentirse molestos cuando caballero con asno y bimbres dice que está preparado igual que Jinete a caballo con buena armadura y destreza.
Lo que ocurre Don Petua es que como leí a un Alfonso ese si era el sabio, los cantaros contra mas huecos más suenan y da igual que sean carruajes carros o carretas bellas Doncellas o alcahuetas cajas mágicas o tragedias que no es cuestión de monedas