
Iniciado por
lemg
Hola, más que metros o si es mejor uno u otro, voy a comentar aspectos físicos, de acústica, y dependiendo de ello y qué columna o monitor (sus características, SPL máxima, etc) y de nuestros gustos sonoros, escoger una u otra.
Cualquier sala de dimensiones reducidas respecto a las longitudes de onda del espectro audible (típicamente de 20 a 20.000 Hz), la habitual en nuestras viviendas, el principal problema que tendremos es la reproducción de bajas frecuencias.
Genéricamente, desde aproximadamente 200 Hz hasta la resonancia baja de la sala (aquella frecuencia cuyo medio ciclo coincida con la longitud del eje mayor de nuestra sala) tendremos los efectos de las resonancias o estacionarias (frecuencias que coinciden en longitud de onda con las medidas de cada eje, y sus armónicos o frecuencias múltiplos enteros), es decir, la distribución de sobrepresiones en cada eje y frecuencia correspondiente es constante y permanece inamovible en cada punto espacial, por ello se llaman estacionarias.
Desde esta resonancia baja hacia abajo en frecuencia, la sobrepresión es constante en cualquier punto de la sala.
Dependiendo de las dimensiones es cuestión de calcular sus estacionarias y sabremos los rangos de frecuencias críticas y dependiendo de la caja y su respuesta en frecuencia, qué podemos esperar en la respuesta baja.
Suponiendo una temperatura media de 24º en nuestra sala (principal factor del que depende la velocidad del sonido) y una velocidad del sonido aproximada de 346 m/s, tendremos tres frecuencias fundamentales en una sala paralelepípeda (correspondientes al alto, ancho y fondo, cada una de las tres longitudes de cada eje) determinada por:
Velocidad sonido / (2*longitud)
A partir de la menor de estas tres, más sus múltiplos enteros, hasta esos 200 Hz genéricos, serán las estacionarias de nuestra sala, donde las máximas presiones siempre son en los límites de la sala (paredes, suelo y techo, sobre todo como se imaginan, en las esquinas) y van alternando formando una onda senoidal imaginaria, entre máxima y mínima sobrepresión añadida por la sala, hasta el otro límite de la sala donde vuelve a ser máximo (esto es respecto a los modos axiales, aquellos que implican solo dos límites de la sala, hablar de tangenciales y oblícuas sería complicado, además de ser menos importantes, si se puede decir así).
Desde esa fundamental baja hacia abajo, incluso por debajo de los 20 Hz (generalmente con subwoofers dedicados) la sobrepresión es constante como apuntaba, por efecto de la sala (en esto se apoyan los bajos en recintos reducidos; coches, auriculares).
La sobrepresión que percibiremos depende también del punto espacial donde coloquemos el foco de origen de los bajos, y del punto donde situemos el destino; es decir, posición frontal y centro de los conos de graves (y aquí es donde hay que considerar en cajas de reflejo de bajos la posición del puerto bass-reflex) y la posición de oyente, para conocer cómo será esta distribución de sobrepresiones a las estacionarias que correspondan. Por ello lo del puerto frontal o trasero, que aun siendo importante, solo te ofrece un aumento en la libertad de posición del fondo que tenga la caja, siempre que tengamos libertad para posicionarla, es indiferente la posición del puerto en mi opinión.
Otro aspecto de psicoacústica, las curvas isofónicas, que representan la sonoridad con que percibimos cada frecuencia en función de la presión sonora; cuanto mayor sea la presión sonora, menor será la diferencia de sonoridad que percibiremos en todo el rango audible, y cuanto menor la presión, mayor esa diferencia. La mayor diferencia la percibimos sobre todo en el extremo bajo, y la mayor en torno a los 3.500 Hz. Por ello depende también a la presión que nos guste escuchar, cuanto menor sea, necesitaremos mayor presión en bajos para percibirlos con una sonoridad más homogenea.
Más cosas, las ondas sonoras tienen una caída en función de la distancia de modo que cada vez que se dobla la distancia, la presión que percibimos se divide a la mitad. Si una caja nos indica una SPL máxima determinada, generalmente a 1 metro, al doblar la distancia a la caja a 2 metros, la presión bajará a la mitad (-3 dB), a 4 metros bajará a 1/4 parte, etc, etc. Aunque hay que tener en cuenta que la sensación subjetiva para que esa diferencia de presión que notamos parezca doblarse o reducirse a la mitad, está en torno a 9 dB reales.
Resumiendo, ver los rangos en los que actúa cada fenómeno de bajas frecuencias en nuestra sala, ver la respuesta (entendida como plana, en un margen de +/- 3 dB) de las cajas que queramos poner (sean monitor o columnas), la facilidad de ubicación que tenemos en nuestra sala, la distancia a la que nos sentaremos de las cajas, nuestro gusto en la percepción de bajos y presión sonora que solemos escuchar, y tendremos si nos sirven o no las que sean las elegidas, más que referir metros concretos.
Disculpas por el "ladrillo" a quienes no interese ;-)
Saludos.