
Iniciado por
lemg
Más o menos están en lo cierto todos los comentarios, pero hay matices que se escapan.
Primero, con un simple sistema estéreo (dos canales) se puede reproducir perfecamente un escenario 2D en anchura y profundidad, aunque el sonido grabado vaya dirigido a canales discretos específicos. Como ya he apuntado otras veces, el efecto Haas estudia cómo percibimos la "posición" virtual de un objeto reproducido simultáneamente en dos canales (binaural, como nuestro sistema auditivo) en función del retardo entre cada canal, siempre que este sea menor de 50 ms, ya que mayor que dicho retardo, nuestro cerebro lo interpreta como un sonido diferente (los ecos), no lo integra en uno variando la "sensación" del foco origen.
El problema con canales discretos, es que para recrear lo más fiel posible esa posición espacial, hemos de apoyarnos en la sala, la ubicación de altavoces, punto de escucha, absorción (primeras reflexiones y sus retardos respecto al sonido directo), difusión. Y rara vez disponemos de una sala dedicada, aún menos son los aficionados que se permiten acondicionar la sala; le damos mucha importancia a la ecualización, pero la respuesta temporal, no hay sistema automático para corregir, hemos de apoyarnos en lo indicado, una simetría perfecta entre altavoces y punto de escucha, tratar (y medir) primeras reflexiones respecto al sonido directo, una correcta difusión, etc. Se sorprenderían el realismo en una escena en anchura y profundidad que se logra en un sistema bien ajustado con solo dos canales, estéreo, literalmente oímos "moverse" los sonidos o instrumentos a lo largo y ancho de la sala.
Esto mismo ocurre en cualquier sistema basado en canales discretos, el efecto 2D o 3D que integran ya viene prefijado por los canales discretos que se reproducen, los retardos específicos, y será idéntico en cualquier sistema, independientemente de dónde situemos los altavoces, distancias, acondicionamiento de la sala, etc. Por ello es casi imposible tener ese realismo.
En un sistema orientado a objetos como Atmos, la ventaja es justo esa, es el sistema el que se encarga de determinar en tiempo real y a medida de cada sistema (de hecho, no suena igual en dos sistemas distintos; en función de la posición espacial en cada caso, de altavoces y oyente, emitirá por unos canales específicos y con unos retardos determinados, para conseguir esa posición espacial a medida de cada sala/sistema) siempre que esté calibrado correctamente (más allá de ecualización, lo principal es la precisión en la distancia entre altavoces discretos y punto de escucha, fase correcta, y el correcto nivel en cada canal respecto al resto). Es decir, la posición espacial de cada objeto se determina en tiempo real (el AVR que soporta Atmos) en función de la instalación particular.
Pero insisto, si podemos cuidar la simetría, distancias correctas entre cajas y punto de escucha, controlar primeras reflexiones, correcta difusión (con un acondicionamiento de sala adecuado), con un simple DD o DTS, la inmersión se puede acercar mucho a un sistema 3D en cualquier salón doméstico donde no podemos controlar las variables anteriores.
No hay milagros, son fenómenos físicos más que conocidos, la gracia es haber desarrollado un sistema que en tiempo real procese dicha información y la adapte a medida a cada sistema particular, algo así como hicieron hace años con los sistemas de calibración; un sistema que compense aspectos acústicos de sala de forma automática y sin necesidad de conocimientos o salas demasiado elaboradas, cosa que la mayoría de aficionados no saben o pueden permitirse.
Saludos.