Es que ni siquiera son "sólo" mediciones, que por cierto son reales, objetivas y cuentan la mayor parte de la historia.

En el caso de los cables, hay documentadas pruebas a doble ciego que arrojan el resultado previsto. Ninguno de los participantes es capaz de distinguir entre un cable de 15 Euros, y uno de 1500 Euros, ambos en correcto estado de funcionamiento, y el resto del equipo idéntico.

El trabajo de los reviewers, tanto en prensa como en Internet, es en muchos casos patético desde el punto de vista técnico y, a veces, del simple sentido común. Pero nunca como cuando les da por revisar cables. Eso ya es para cerrar el chiringo.