El resurgimiento del vinilo como formato de reproducción, bien por convencimiento del formato, curiosidad, añoranza o simplemente moda provoca en muchas ocasiones la necesidad de plantearse la compra de un tocadiscos (plato, giradiscos, etc.) para poderlos reproducir (obvio).

Son muy frecuentes las consultas relativas a qué plato comprar, especialmente los de presupuesto más económico, ya que por los motivos expuestos se cuenta con un presupuesto limitado.

La industria no es ajena a esta "moda" y ofrece platos de muy bajo precio hasta el punto de inundar el mercado. Estos platos resultan muy "suculentos" para el aficionado que quiere acceder a un giradiscos por muchas razones: precio asequible, diseño bonito, construcción todo en uno, tamaño "pequeño", etc.

Sin embargo no es oro todo lo que reluce, estos "tocadiscos" son precisamente los menos adecuados para reproducir vinilos: no sonarán "bien" (al menos como deberían sonar), no son "cuidadosos" con los discos, etc. En definitiva NO SON ADECUADOS para reproducir vinilos.

Voy a intentar resumir una manera "muy visual" las características de los platos que NO HAY QUE COMPRAR.