En los 90 tener unos bicharracos de éstos era el sueño de más de uno de nuestra adolescencia y en cuanto nos emancipamos y pudimos económicamente de meter entre las 120 y 200 mil ptas de antaño, no dudamos en hacerlo.

Y ahora los adolescentesa lo máximo que anhelan es un móvil con cascos y oir mp3 ...

En fin