Unas reflexiones personales que quiero compartir contigo (y con los demás).
-Cualquier modelo de ese presupuesto, en cualquier marca que tenga también producto "pata negra", tendrá un rendimiento similar en estéreo... personalmente no me importaría invertir menos en el receptor, y aprovechar ese dinero en los altavoces principales, que son los que vas a usar para estéreo.
-Como dices que te vas a iniciar en esto, mi modesta opinión (que no quiere decir que sea la correcta), es que hay un mundo por descubrir en la reproducción de sonido multicanal, bien en DTS, bien en SA-CD, DVD-Audio hay menos... Comprar una aparato que es pura electrónica de procesamiento de sonido para primar el uso en estéreo me parece como comprarse un deportivo para ir por ciudad (con todos mis respetos). No reniego del estéreo, pero es un modo de reproducción musical impuesto por la tecnología que había disponible en su momento a precio comercializable, (y yo, la verdad, estoy encantado con el modo "7 Ch Stereo" de mi Yamaha)
Te voy a contar una historia de abuelo cebolleta: cuando empecé en esto de la reproducción musical era un crío imberbe, y, como el AV, aunque ya había llegado como novedad, era denostadísimo, y la alta fidelidad estaba basada en gastarse cuanto más mejor, y en seguir una serie de normas como si fuera un mantra... cosas como que la longuitud de los cables ha de ser simétrica, que el recorrido de la señal está super estudiada para ser el mínimo posible (aunque esta regla sólo se podía profanar si tenías previo más ampli, que entonces, daba igual porque era la pera), y que ojo con lo cables, que como pusieras un rojo y negro ya la habías "cagao bacalao", porque el resultado nunca podía ser superior al componente de peor calidad que tuvieras... o un abrazo entusiasta primero a la industria del CD por su gama dinámica y ausencia de ruido de fondo, para luego casi ridiculizarla por la teórica pérdida de armónicos por la limitación de frecuencia a 20KHZ... (bien que se llenó los bolsillos Pioneer con su "legato Link Conversion" que prometía romper esa barrera) y mientras tanto, nuestras cabezas abducidas y nuestros bolsillos vaciándose poco a poco, porque despues del "Legato Link", vino el "HI-BIT legato", y después el mecanismo de plato estable porque no nos habíamos dado cuenta (pero ellos sí, que linces) de que si ponías el CD sobre un plato, y el cabezal por encima cual tocadiscos, la cosa mejoraba una barbaridad (para ellos, porque las lentes literalmente se caían por caprichos de la ley de la gravedad y un adhesivo bastante flojo)...
Esto en cuanto a las fuentes de sonido por un lado, la instalación por otro, y la manera de reproducir el sonido por otro lado... hasta que llegó un tal DSP-A1000 de Yamaha, y puso todo patas arriba, en el sentido de que los defensores a ultranza de la pureza se revolvían por la noche pensando en ese aparato del diablo que se dedicaba a realizar una serie de modificaciones consistentes en retardos y reververaciones de la música a través de un total de cinco altavoces aparte de los dos estéreo... para ellos sólo había una e impertérrita manera de reproducción musical, la de la tradicional escena frontal proporcionada por dos altavoces.
Claro que antes se había intentado sin éxito una cosa llamada "cuadrofonía", que la industria no explotó por limitaciones técnicas de la época, pero en este momento, finales de los 80, la computación se había metido dentro de un amplificador, rompiendo todos los moldes habidos y por haber hasta entonces, amparándose en el auge del video doméstico y un producto revolucionario en su época; el Laser-Disc, del que se podía extraer una pista matricial de bajo rango de frecuencia para sacar un sonido multicanal 4.0 que rápidamente evolucionó a 5.0 con el tratamiento del canal central que se encargaba de reproducir las voces...
Tiempos incomprendidos aquellos, en los que la reproducción musical, insisto y no me canso de decirlo, lastrada por impedimentos técnicos, era incapaz de salir del estéreo, y esos bichos del demonio, empeñados en estirar esa limitación una tras otra, pura herejía...
Y el video (no el VHS, si no el concepto de video) fue el que finalmente le dió la puntilla al estéreo, con el desarrolo del DVD y la implementación del Dolby Digital primero y el DTS después. A partir de entonces (muchos años después del DSP-A1000 ciertamente), la industria musical empezó a despertar de su inmovilismo, primero con los DVD de videos musicales codificados en multicanal (grandísismo en Ladies&Gentleman de Georfge Michael), luego con conciertos de música clásica grabados en multicanal, y finalmente, directamente álbunes editados en DTS, para regocijo de muchos... las mentes retrógradas, siguieron en su trinchera, aferrados a que nada era capaz de superar la pureza del Estéreo, y que todo aquello eran aberraciones de la realidad existente; como hacer calimocho con un rivera del Duero oiga!!!. A lo más que aceptaban era a admitir la adición de un SW a los altavoces tipo estantería, y bajo estrictas condiciones técnicas...
Pero en esta guerra, la última batalla, la decisiva, vino de mano de los auténticos formatos multicanales de "alta resolución" (notese la ironía en las comillas), DVD-Audio, y sobre todo SA-CD, que, sin ningún ápice de sensibilidad ante los defensores a ultranza del sonido estereofónico, se atrevieron a meter por primera vez, formatos nativos de sonido multicanal (el famoso DSD), y ay madre mía, eso ya no se pudo sostener por ningún lado... aún así, hay gente (muy respetable) que piensa que la música, en estéreo, y las pelis, en multicanal... allá cada uno.
Para terminar con este desvarío verbal que me ha salido... un aspecto curiosísimo: Desde la aparición de los Amplificadores-Receptores-Previos AV, con sistema de calibración automática de sonido, de repente, como por arte de magia, el tema del acondicionamiento acústico de la sala de escucha estereofónica ha cobrado tal importancia, que ya no es sólamente eso de alejar 10 o 15 cm. el altavoz de las esquinas (que era lo que solían decir hace 30 años), ahora todo se ha vuelto mucho más complicado y rocambolesco, tanto como para que sea necesario que ese chip de computación que llevan los aparatos modernos, se encarge de arreglar eso que de otra manera es imposible de apañar, salvo que te vayas a una sala exclusiva previo acondicionamiento a precio de riñón y medio.
Por todo esto te digo, (una vez más en mi modesta opinión), que compres el amplificador que más te agrade, que tenga las entradas que más te interesen, que tenga el manejo más sencillo para ti... ¡hay muchos parámetros objetivos para elegir!, aunque en realidad son todos los aparatos tan parecidos entre sí que ya lo he dicho en otra ocasión: pienso, y creo no equivocarme, que a prueba doble ciego en iguales condiciones, no sería capaz de distinguir entre Receptores AV de la misma gama en lo referente a estéreo (modo directo), bien es cierto que no tengo el oido de Karajan, pero tampoco soy Beethoven. Decir que tal o cual receptor AV funciona en estéreo dando "más espacialidad", "mejor escena sonora", "graves más contenidos", etc... me suena a vendedor de pulseras power-balance.
Y al final, al igual que en los coches lo que marca la diferencia es aquello que está en contacto con el asfalto (las ruedas), te digo que si de verdad te preocupa la reproducción estereofónica (de la que ni mucho menos reniego), busques unos buenos altavoces de suelo antes que tal o cual amplificador "porque es mejor para estéreo"
Un artículo que creo es interesante, de aquello que se empeñan en vendernos.
Las 10 grandes mentiras de la HI-FI | HI-FI EN CASA
P.D. Ni por lo más remoto del mundo quisiera levantar polémica con mi post, simplemente explicar mi punto de vista sobre la elección de tal o cual receptor por sus cualidades estéreo. Si hay motivo de debate, se debate, pero con todos mis respetos para quien piense diferente a mi.