Yo creo que, aparte de que los chicos de Marantz hayan hecho las cosas bien (como otros), su principal baza es que han conseguido asociar su imagen a la, digamos, audiofilia.
A la hora de repartir etiquetas les ha tocado "la buena", en ese sentido. Además, creo que les beneficia el hecho de no tocar muchos palos ni tener un perfil demasiado alto a nivel de presencia en los medios (no especializados). Así tienen cierto "aire de nicho". Si a eso unimos un diseño acertado y con personalidad, el triunfo está más que asegurado.