En efecto, el receptor se convierte en el núcleo de la instalación.
Del receptor sale un hdmi a la tv, en otros casos otro hdmi al proyector (para elegir ver uno u otro), y los altavoces 2.0, 5.1, 6.1 o 7.1 (y los que pueden, 9.1!).

Al receptor se le conecta todo. Yo soy partidario de que tenga cuantas más entradas mejor, para que no se quede corto. Los amplis más completos tienen escalado a 1080p por hdmi, sea la fuente que sea.