Hace muuuuchos años cuando era niño fuimos toda la familia a ver "el puente de Casandra", llegamos con la película empezada y el cine ya estaba totalmente a oscuras, el acomodador nos señaló rápidamente con la linterna la fila de asientos que debíamos ocupar.
Nos sentamos y ya a mitad de la película mi hermano que estaba a mi lado me pregunta: ¿oye tu asiento está muy duro? -Pues no, no sé normal, ¿y tiene respaldo? -Pues claro, cómo no va a tener respaldo.. -Y cálla ya que no me dejas ver la peli...

Acaba la película, encienden las luces y veo que el toli de mi hermano se había pasado de su asiento y se había visto toda la película sentado, en las escaleras ¡¡¡