Se liman los dientes de sierra; los planos tienen más profundidad, mayor sensación de tridimensionalidad; los colores no se saturan, parecen más naturales; los movimientos son incluso más suaves que en el cine, aquí ya dependes del modo de progresivo que selecciones en tu fuente digital; el cansancio visual es inferior, incluso al del cine, dado que no existe en ningún momento falta de refresco; se reduce el efecto arco iris en los proyectores mono-DMD; se reducen las posterizaciones; ...

La diferencia sobre todo es BRUTAL cuando hablamos de proyección, en televsores, a menos que tengas algo superior a las 42", no merece la pena pues no se nota prácticamente nada.



Saludos.