A mis hijas allá cuando salió iPhone 3 de los primeros, ya les decía que un día no muy lejano, todo se haría con un smartphone.
Ni cd's ni cámaras, ni iPod, ni ná de ná, el movil seria una extensión de la mano y conectado a nuestro cerebro.

Era muy previsible. No fui adivino, solo era ver el potencial y el dinero que iba a mover mundialmente.