Bueno, como todo tratamiento de imagen, bien usado tiene su función. En estos casos es un buen ejemplo de como ayuda a crear un buen trabajo. El problema como decía, es cuando el acto banal de comerse un bocadillo es reforzado por esto sin venir a cuento.

No cabe duda que en deportes y documentales es un verdadero gustazo contar con ese plus que nuestra vista no tiene.

Quizás sea muy sutil para muchos, pero siempre lo percibimos de forma incosciente. Si bien en un film de terror o un thriller podría no tener mucha relevancia ya que potencía esas sensaciones, en un drama costumbrista es otra cosa.