¡ATENCIÓN! Este artículo contiene spoilers (destripe argumental) de la serie Juego de Tronos. Te recomendamos que no lo leas si todavía no has visto los episodios de la cuarta temporada.

El segundo capítulo de la cuarta temporada de Juego de Tronos fue sin duda uno de los más impactantes e inesperados de la serie. En el mismo pudimos ser testigos de la muerte de Joffrey Baratheon, a causa de un simple envenenamiento. Este hecho seguro que no dejó indiferente a nadie, ya que a pesar de ser uno de los personajes más odiados de la serie, los fans asiduos a Juego de Tronos seguro que sentirán un gran vacío para el resto de capítulos. Y es que, ¿qué sería de una buena historia sin un gran villano?

Pues bien, tras la emisión de este capítulo, Jack Gleeson, el jovencísimo actor que interpreta al Rey Joffrey, abandonará casi con total seguridad el mundo de la interpretación. Las razones de esta decisión parecen estar claras. La primera que tiene más peso es que este actor irlandés quiere dedicarse de lleno a su carrera académica, la cual nunca pudo desempeñar debido a su éxito desde una edad muy temprana (empezó en el mundo de la interpretación cuando tenía ocho años). Y segundo, también quiere aprovechar la muerte de su personaje, para disfrutar de unas buenas vacaciones que le sirvan para recargar bien las pilas antes de iniciar su nueva vida.

De una forma u otra, Gleeson asegura que siempre le gustó el rol que tuvo en la serie y a pesar de su dramático final en la “Boda Purpura”, el resultado fue de lo más divertido y emocionante: “Fue una escena complicada, nunca antes había tenido que morir en pantalla y tenía que hacerlo lucir creíble. Para mí fue tranquilizante saber que estaba en las manos del director Alex Graves. (…)*Nunca he visto a nadie morir, fue duro imaginar cómo sería”

¿Y a vosotros? ¿Qué os pareció el episodio 4x02 de Juego de Tronos?