¿Qué pensarías de unos ladrones que han entrado en un banco para llevarse el cajero automático de forma ilegal? Pues seguro para hacerse con todo el dinero que hay en su interior. Sin embargo, a veces hay que tener cierta ‘fe en la humanidad’ y pensar que no todo el mundo tiene intención de robar. ¿No os lo creéis? Pues prestad mucha atención a la siguiente historia, que seguro que no os dejará indiferentes.

Un grupo de hackers australianos se hizo con el típico cajero ATM de un banco, con el propósito de modificarlo para jugar al primer DOOM que salió allá por el año 1993. Desde un principio se puede pensar que fue algo fácil ya que la mayoría de cajeros usan una versión modificada de Windows XP. Pero nada más lejos de la realidad. Estos aparatos tan grandes tienen un procesador de muy bajo rendimiento junto a una memoria RAM de iguales características (por eso tardan tanto a veces en darnos el dinero). Por lo tanto, para que funcionase, tuvieron que instalarle un emulador de MS-DOS con el juego junto a una tarjeta I-PAc después conectarle un teclado. Aunque en un futuro también quieren que funcione con las teclas del propio cajero.

Así mismo, la impresora también funcionará a pleno rendimiento para que quizás se puedan ‘imprimir’ nuestras futuras puntuaciones en el juego. Ahí os dejamos el vídeo para que veáis todo el proceso. ¡Realmente impresionante! Y quizás absurdo...