Los resultados económicos de Samsung no son precisamente halagüeños. Desde 2011, los beneficios del gigante coreano no paran de bajar cada año. Para que os hagáis una idea, en el ejercicio del año pasado “solo” recaudaron unos 3.900 millones de dólares, una cifra que para nosotros puede resultar exagerada, pero para una empresa de este calibre supone hasta un 60% menos de ingresos que el año anterior, donde se registraron casi 10.000 millones.

¿Pero a qué se debe este declive si Samsung es una de las empresas tecnológicas más punteras del mundo? Pues tiene relación sobre todo con su catálogo de telefonía. Obviamente sigue siendo el sector que mantiene a esta compañía a flote. Sin embargo, parece que los clientes están saturados de que cada año se saquen nuevos modelos que apenas aportan novedades significantes. Además, su competencia tampoco se lo deja fácil. Apple lanzó hace poco el iPhone 6 Plus, un smartphone de gama alta con una gran pantalla que le pone las cosas difíciles a su serie Galaxy y Note.

También hay que hacer mención especial al emergente mercado chino. Marcas asiáticas como Xiaomi, Huawei, ZTE o Lenovo entre otras han sabido hacerse un hueco en esta pugna con terminales realmente potentes y con unos precios mucho más bajos.

Con esto no queremos decir que Samsung esté dejando de fabricar productos de calidad, sino que la oferta es tan grande y los precios más bajos, que el mercado parece que se está saturando.

¿Y vosotros? ¿Qué pensáis que tiene que hacer Samsung para retomar un poco el vuelo?