Re: Dirección o interpretación sin partitura
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Y en lo que al tema del hilo respecta, yo esto lo he hablado con algunos directores (no del nivel de Abbado, Rattle, Gergiev, Pekka-Salonen o Barenboim, para mi desgracia) y en general pienso que depende de tres factores: la profundidad de conocimiento sobre la obra, la personalidad de cada uno y un cierto compromiso para con la "estética de la dirección".
Quiero decir: evidentemente no es lo mismo dirigir una obra con la que lleves 20 años familiarizado y hayas llevado a la sala de concierto en 50 ocasionas, que la nueva obra del compositor Pepito Pérez que diriges por primera vez en tu vida, tras apenas un mes de tenerla entre tus manos. Más que en si los directores utilizan partitura o no, yo me fijaría en si esos mismos directores miran a la partitura en algún momento. Los hay que la tienen dispuesta en el atril y que ni siquiera pasan las páginas, otros las pasan pero sin mirarlas ni por un instante y otros están con la cabeza literalmente enterrada entre sus hojas y yo he visto no sólo a los tres tipos de directores, sino al mismo director en las tres tesituras diferentes.
Por otra parte está la personalidad o el "gusto" particular de cada director. Los hay que se sienten más cómodos con el papel delante y los hay que no tienen ninguna sensación de necesitarlo. Tampoco estoy del todo convencido en relacionar este punto con el hecho de conocer mejor o peor la obra o habérsela estudiado más o menos. Cada director es un mundo.
Y hay también, por qué no decirlo, cierto snobismo en este tema. Estoy seguro de que todos tenemos la percepción de que un director es "mejor" que otro si es capaz de realizar su labor sin partitura y esto no se da sólo entre los aficionados, sino también entre los profesionales aunque sepamos que en absoluto tiene por qué ser así. También entre los propios músicos ocurre, pero depende del instrumento. Ningún integrante de la orquesta actuará sin partitura pero sí lo hará, siempre que le sea posible, en sus actuaciones como solista. Pero, al igual que nadie se imagina un concierto para violín y orquesta, cello y orquesta o guitarra y orquesta en el que el solista actuase con partitura, sí que lo vemos en piano y orquesta o voz solista y orquesta. Esto se debe a cuestiones meramente estéticas, en mi opinión. El atril tapa la visión del violinista, chelista o guitarrista. Pero el tenor, por ejemplo, puede llevar la partitura en la mano y sostenerla por debajo del pecho y el pianista tiene su propio espacio donde colocarla sin que el público prácticamente pueda apreciarlo.
Yo os haría la pregunta, por enredar un poco más la madeja, de si os gustan los directores -cada vez menos- que actúan sin batuta. Me refiero a los de orquesta y no a los de coro, evidentemente, ya que nunca la utilizan. A mí el gesto de manos me gusta mucho más que el de batuta. Ver al gran Carlos Kleiber cambiársela de mano y dejarla de vez en cuando sobre el atril y dirigir sin ella era todo un espectáculo.
Saludos.