La idea de Samsung, para que te sitúes, ha sido meter
una especie de Kinect aderezado con toques de Siri, aunque sin llegar a los niveles de estas dos tecnologías. Pero a sus nuevos televisores
se les podrá hablar directamente, nos verán y
reconocerán gestos para el control de la interfaz también ligeramente renovada.
 

e que todo ello funcione como debe se encarga un
procesador de doble núcleo fabricado por la propia Samsung, que gestionará las instrucciones de nuestra voz para cambiar de canal o subir el volumen, los gestos de la mano para movernos por Internet y aplicaciones, o analizará nuestra cara como parte del
sistema de identificación para personalizar los servicios de Samsung.