El rollito antropocéntrico de este Galaxy tiene su máximo exponente en las múltiples opciones para compartir. Con
S Beam, bastará con arrimar cebolleta entre dos
Galaxy S III (y entre los dispositivos de
Samsung que incorporen esta tecnología en el futuro) para pasar fotos, vídeo o datos de uno a otro smartphone. También tenemos All Share Play, para compartir contenidos entre terminales que se encuentren bajo el paraguas de la misma red WiFi mediante Sugar Sync y
Dropbox, y All Share Cast, que nos dejará exportar vídeos o juegos a cualquier televisor con HDMI e incluso usar el teléfono como controlador.
Este pepino de teléfono es más listo que el demonio. Nos ha sorprendido con
Buddy Photo Share y
Social Tag, que permiten reconoce automáticamente a tus amigos una vez después de haberles tomado una foto, etiquetándoles automáticamente en las siguientes. Cuando escribes un SMS, ojeas la agenda o chateas con alguien puedes llamarles simpelmente con el gesto de llevarte el teléfono a la cara, gracias a la función
deDirect Call. Y por último, no podemos olvidar Smart Stay, una herramienta que deja la pantalla encendida si observa que tu mirada está posada sobre el teléfono. Muy cómodo, para no tener que desbloquear la pantalla cada dos por tres.