Qué empeño en relacionar potencia entregada por un amplificador, con la potencia máxima admisible por unas cajas para saber si es o no lo adecuado.
Solo quieren decir eso, potencia máxima contínua RMS admisible y ni siquiera suele ser relevante para uso doméstico. Más significativo es la sensibilidad, y casi nadie le presta atención. Para hacerte una idea, en unas cajas pongamos de 86 dB/w/m de sensibilidad, más bien baja, en estéreo, es decir, dos cajas, con tan solo un watio que apliques, a un metro de distancia tienes una presión de 89 dB (86 dB más 3 dB por ser dos cajas, se duplica la presión), pongamos que el punto de escucha lo situamos a 2 metros, doblamos la distancia a las cajas, entonces con ese mismo watio tendremos 83 dB de presión (4 veces menos presión sonora, esta decae con el cuadrado de la distancia). Con tan solo 4 watios (doblamos dos veces la potencia) ya incrementamos la presión en 6 dB, tendremos en el punto de escucha 89 dB, ¿han medido realmente cómo suena de fuerte 89 dB de presión sonora? Si quieres montar una discoteca en casa, apuras más, bien, puedes llegar a 16 watios (cuadruplicas nuevamente la presión sonora) o hasta 32 watios (ya rozas los 100 dB).
Como ven, no hacen falta muchos watios, y es relativamente fácil saber si nos bastará la amplificación (aunque hay más, no solo los watios importan, pero para el caso vamos a simplificar) conociendo la sensibilidad de nuestros altavoces y a qué distancia nos situamos de ellos.
Ojo, algo que también suele pasar por alto, aunque hacen falta pocos watios, si nos gusta escuchar a volumen elevado, y la potencia de nuestro amplificador es justa (calculando de este modo), es más fácil acabar con los altavoces por poca potencia que por exceso. Me explico. Si apuras el amplificador porque quieres presión sonora, aunque estés lejos del máximo soportado por las cajas, es relativamente fácil que la amplificación aumente su distorsión, y llegue a la zona de "clipping", cuando la onda pasa de senoidal a cuadrada, entregando corriente contínua a efectos prácticos durante tiempos relativamente altos, y quemando la bobina del motor magnético de los altavoces, aun cuando la potencia entregada no llega ni por asomo a ese máximo que soporta. En cambio con una amplificación excesiva, antes bajamos nosotros el volumen por no soportar la presión sonora (unas cajas normales, rara es la que no entregue más de 100 dB de presión máxima, dudo que nadie aguante en su casa esas presiones constantes), mientras que aunque subamos el potenciómetro, nunca llegamos al "clipping", la onda sigue siendo una senoidal, no peligran los altavoces.
En resumen, sensibilidad, para saber la presión que podemos esperar y potencia necesaria, y potencia de amplificación solo para no quedarnos "cortos" si nos gusta la "disco" en casa ya que por exceso rara vez nos va a suponer un problema real.
Saludos.