Iniciado por
eco
Josema, me parece que lo dices por mí...
Pues no estoy de acuerdo. Primero, porque creo que no es absurda mi opinión. Y segundo, porque mucho mucho antes de que supiera si un equipo era una cosa u otra, o qué sonaba, yo distinguía elementos clave de la música clásica. Y no tenía ni puta idea (con perdón) de lo que era.
Puedes ser melómano sin saber de electrónica. De la misma manera que te puede gustar conducir sin saber de mecánica. Si realmente te gusta la música, puedes disfrutar de ella en cualquier lugar. Porque te gustan las frases musicales, la armonía general, el cuadro que pintan, todas las consideraciones inherentes a una obra escrita hace más de 200 años (por poner un ejemplo). Beethoven era sordo, y le bastaba su cabeza para componer una sinfonía.
El problema es que te puedes obsesionar con la espacialidad, tímbrica, disposición, y otras consideraciones subjetivas, y llegar a escuchar música sólo buscando si esto o lo otro suena mejor. Me ha pasado, y es un infierno, porque dejas de disfrutar de lo más importante que te aporta la música: sentimientos. Para eso es arte, ¿no?
Otra cosa: Efectivamente, no se puede ser audiófilo con cuatro años. Pero discrepo, sí que se puede ser melómano con cuatro años. ¿Tienes hijos Josema? Yo sí, y mi hijo tiene muy claro lo que le apetece oir en cada momento. Y sí, le gusta el clave bien temperado (el libro I). Y también, cuando le apetece bailar, el Antes muerta que sencilla... Y también me pide a veces música étnica. Con cuatro años.
Ya verás cuando tengas hijos (si los quieres tener, claro).
Saludos.