Este país está en la ruina, hundido. La miseria se extiende y la clase media cada vez es más reducida. Los ricos, los que siempre han tenido dinero, ahora tienen más que nunca, y la casta disfruta de su paraíso, mientras la pobreza avanza sin freno.
Eso es verdad. Pero no toda la verdad. Hay otra España, la España del tópico que de tópico no tiene nada, porque es real, pero de esa parte no se habla, porque no es políticamente correcto.
Yo podría contar muchas 'anécdotas' como la de Teletabis, pero... ¿para qué?
España también es ese país donde incluso el que tiene la suerte de tener un trabajo ni lo cuida, ni se interesa y ni le importa. Gente en su puestos que tratan al cliente como a basura, ríendose descaradamente, considerando que eres gilipollas, imbécil o haciendo como que no existes.
Hay una total falta de profesinalidad, gente que está en su puesto y lo único que piensa dentro de sus 8 horas de trabajo es intentar hacer lo menos posible, escabullirse de todo y pasar otra jornada más antes de que llegue el ansiado fin de semana.
Hay mucha queja y mucho lamento de gente que no lo merece.
Y lo duro y triste es ver que esta forma de 'comportarse' se extiende incluso en época de crisis brutal.
La España del tópico es la Espña REAL. Luego no vale con sólo quejarse.
Y termino. Estaba yo hace unos 3 años en un centro comercial de Granada junto a mi padre, y estábamos interesados en comprar una TV ya de la planas y con TDT integrado y HD y eso para la casa del pueblo. Algo con todo eso, pero sencillo, que a Granada sólo vamos una vez al año.
Allí no aparecía nadie. Finalmente vemos a un empleado y le comentamos que estamos interesados en cierto modelo de TV, un modelo de 32'', una LG LD450. Le comentamos que estamos interesados en comprarla, que si tienen existencias para cogerla, pagarla y meterla en el coche.
El empelado dice que no sabe (que raro) que va a ir a mirar al almacén y nos dice algo. Se va tranquilo, con parsimonia, y mi pobre padre y yo, como dos pardillos esperando... y esperando... y esperando.
Allí no apareceía nadie. El tió pasó de nosotros y no fue a mirar nada. Después de un buen rato plantados delante de las teles como tontos, esperando, mi padre y yo decidimos marcharnos de allí, cuando encontramos al perla, a ese pedazo de hijo de puta, en otro lado del centro comercial hablando y haciendo risas con unas tías de esas que van con patines, trabajadoras del mismo sitio (era un Carrefour).
Y como esa, os podría contar muchas más.
La situación del país es dura y dramática, pero algunos, bueno, algunos no, muchos, jamás deberían cobrar un sueldo, jamás.
Sí, nos fuimos sin decir nada. No somos gente de armar gresca, pero tendríamos que haberla armado y haber solictado hablar con responsable del centro y señalar con el DEDO el comportamiento de ese payaso, a ver si esa misma tarde lo hubieran echado de allí, que es lo único que se merecía.
Buenas tardes.