Lo he pensado más de una vez. Tanto andar por aquí me ha sacado de Matrix y me ha hecho ser consciente de muchas cosas, demasiadas. A mi lado, mi mujer e hijas aún mantienen esa ignorancia feliz, en la que ven y oyen sin saber todo el setup del que disfrutan.
Creo que tiene que ser así, y mientras un alzheimer no me haga olvidar a mi, mi disfrute estará en los demás. También es cierto que si lo que veo y oigo está correcto, me relajo cual director de orquesta y empiezo a vivirlo, pero mi parte ninja sigue ahí.... vigilando...