Oculus Rift recibe una inversión de 16 millones de dólares
Regístrate para eliminar esta publicidad
Las gafas de realidad virtual son una de esas cosas "del futuro" que hace tiempo que deberíamos tener entre nosotros como un gadget habitual, pero a pesar de que la idea de sumergirse de lleno en un mundo interactivo generado por ordenador, con visión de 360 grados, es sumamente seductora, y probablemente se trate de la evolución lógica de los videojuegos, los inversores siempre encontraban motivos para no arriesgar su dinero en RV.
Motivos como que las gafas RV resultan "pesadas" e "incómodas" para la cabeza, que provocan mareos y sensación de desorientación, que te aíslan de tu entorno, que la resolución gráfica todavía no es suficiente, o que todavía no hay muchos videojuegos que las soporten. Y tenían razón en muchas de esas pegas, pero también era cierto que si nadie daba el primer paso, la realidad virtual jamás evolucionaría a lo que debería ser: gafas ligeras y autónomas de gran resolución, con el soporte de los mejores estudios de videojuegos.
Y esa es básicamente la historia de Oculus Rift. Allá donde no había nada, un grupo de emprendedores pensó que -ellos sí- tenían la clave de la RV. Tan convencidos estaban, que consiguieron que el mismísimo John Carmack, padre de los videojuegos 3D de perspectiva subjetiva, apadrinara y promocionara la tecnología. Y pronto consiguieron el apoyo suficiente en Kickstarter para financiarse y llevar el hardware adelante.
Los que están probando ya los primeros prototipos de Oculus Rift dicen que la sensación de inmersión es total, y que aunque el peso de las gafas y la resolución aún tienen que mejorar, la cosa pinta realmente a lo que es: la evolución del entretenimiento llevado a nivel personal, con aplicaciones futuras como cine envolvente (algo así como un IMAX personal).
Esa es la historia larga contada de forma resumida. Pero es sólo el principio de algo mucho más grande, sin duda, porque los chicos de Oculus, además de llamar la atención de desarrolladoras como Valve Software y de multinacionales de la electrónica como Sony C.E., acaban de conseguir una merecida inversión de capital: nada menos que 16 millones de dólares.
Así que esperemos que en un futuro muy cercano podamos ponernos unas gafas de estas y acordarnos con una sonrisa de El cortador de césped, una de las primeras películas que predijo esta tecnología como una nueva forma de ocio en el siglo XXI.