Iniciado por
lucentumm1
Respecto a algunos comentarios de compañeros que nos están de acuerdo con el artículo y han contrastados partes decir lo siguiente.
Sobre el tema de la calidad en décadas como los 40, 50 o 60 se ha comentado que precisamente allí era cuando más tongo se realizaba, pues bien en el año 42 ganó el Oscar la película Que verde era mi valle superando a películas como Ciudadano Kane, El Halcón maltés, La loba o Sargento York. ¿Esto es amaño? ¿entraría Argo aquí?
Pero es que un año antes en el 41, compiten Rebecca, Las uvas de la ira, La carta, El gran dictador o Historias de Filadelphia. Creo que comparar la época actual con aquellas décadas es un absurdo.
Respecto a que los directores de antaño están sobrevalorados y que nombres como Hitchcock, Ford o Welles simplemente hicieron buenas películas y alguna que otra obra maestra ocasional, ya no me parece una opinión, sino más bien una desafortunada opinión que da más fuerza al artículo que estamos debatiendo.
Los pájaros, Rebecca, La ventana indiscreta, Vertigo, Psicosis, Encadenados, La soga, Crimen Perfecto, Atrapa a un ladrón, Con la muerte en los talones por citar algunas acompañan la filmografía de Hitchcock.
La diligencia, Las uvas de la ira, Que verde era mi valle,*
Pasión de los fuertes, Los 3 padrinos, La legión invencible, El hombre tranquilo, Centauros del desierto, Sargento Negro o El hombre que mató a Liberty Valance por citar otras en la de Ford.
O Ciudadano Kane, El 4° mandamiento, El proceso, Sed de mal, Campanadas a medianoche, La dama de Shanghai o F for fake por cerrar con Welles, confirman que la calidad filmica y artística de antaño nada tiene que ver con la actual.
Y aclarar que la intención no era meternos con J. Bayona, un buen director de cine patrio. Si no usar de ejemplo la película española más taquillera de la historia y que engloba a la perfección el nuevo cine. Un prodigio técnico acompañado de un vacío artístico total.*
Y emocionar claro que puede emocionar, al igual que lo hacen los telefilme de domingo por la tarde o los culebrones de sobremesa sobre su publico. Pero sinceramente, al futuro espectador del nuevo cine se le debe pedir más que a los espectadores de ese tipo de producto.