Lo siento, pero hace meses que quería preguntar esto "en abierto", a ver si es cuestión mía o estoy equivocado, acerca de mi opinión del rapero Nach.
Desde hace meses se está haciendo una fuerte promoción de este rapero en determinados medios de comunicación, y francamente no puedo con él.
Me gusta el Rap, de hecho fue mi primer "gusto musical reconocido", me gusta la poesía (llámenme raro), pero creo que Nach no representa ni lo uno ni lo otro....¿ que opináis ?.
Mi opinión: Rimas sencillas, sin sentido, facilonas, y sobre todo repetitivas (es rap, pero vamos que se pasa de "repetitivo")
Ejemplo "aleatorio":
No sé si fui un MC. que se creyó poeta
o si fui un poeta que se creyó MC.
No sé si fue el amor que dejó mi alma incompleta
solo sé que en la libreta me encontré cuando me perdí.
¿Que más dan las etiquetas?
El desprecio y las agujas que sujetan brujas y granujas entre sus manos inquietas.
Me fabriqué una burbuja y desde entonces se donde ir,
sé sonreír, al son de este devenir que me empuja,
a levantarme y dibujar la incoherencia de mis días.
Quedó viuda mi inocencia y huérfana mi cobardía.
Ahora saludad al audaz, al capaz de lo imposible,
al ave rapaz que planea libre sobre su paz
y su maldad a través de algo tan simple, como las palabras.
Porque junto a ellas me siento invencible,
junto a ellas enciendo la más precisa máquina del tiempo,
y así puedo oír imágenes ver voces sentir los roces del recuerdo,
verme cuerdo cada noche que despierte,
y así tragarme la vida y escupir a la muerte.
Y es evidente, que puedo ser ese vidente que predice futuros inciertos,
ese visionario que desaparece y que parece que ha muerto,
pero vuelve por sorpresa, y armoniza el caos,
y pone sus recados sobre la mesa,
y cuenta sus pecados y se confiesa.
Soy la presa inalcanzable que se salva en la selva
y silba para avisar del peligro.
Soy el mago sin chistera,
el cantautor que no canta,
el escritor que jamás escribió un libro
pero sobre un papel me creo dios de vez en cuando, y big-bang
creo mi propio universo, estilo verso si lo expando.
Soy el capitán al mando de un bergantini real,
y solo se sube en mi nave espacial aquel que se sabe especial,
aquel que no se domestica,
que no se traga el orgullo si antes no lo mastica,
aquel que no claudica ni se rinde,
aquel que no se complica y vive simple,
aquel que con frases sinceras enamoró a otras personas,
aquel que vive en la luna porque la tierra le decepciona,
aquel que cree que el refrán vence al psicólogo y la frase al puño,
que el proverbio calma ahogos y una rima cura cortes y rasguños,
aquel que piensa que la poesía es como un néctar,
con la proporción perfecta de letra y matemática,
qué es la porción más erótica de la gramática,
qué es el valium para nuestro ansioso movimiento,
el jabón para un espíritu mugriento,
aquel que piensa que la poesía es el reencuentro con lo que llevamos dentro
¿Acaso hay algo que consiga el mismo efecto?
Solo yo, mi voz, mis afectos, mis defectos y mi intelecto,
con ellos puedo traer manantiales al desierto,
sobrevolar cordilleras, ser quien yo quiera, ser lo que yo quiera
puedo convertir areniscas en diamantes,
transformar partículas microscópicas en colosos y gigantes,
andar sobre las aguas más errantes.
No quiero fans, no busco discípulos ni militantes,
cuando hago poesía, cuando hago poesía busco amantes,
no hay nada más emocionante,
no quiero fama, ni homenajes ni brillantes.
Cuando hago poesía me encuentro con mi después, con mi antes,
no hay nada más importante en estos tiempos trepidantes.
Y la hago con pleitesía, con nocturnidad y alevosía
porque cuando hago poesía consigo lo imposible
yo tan solo hago lo imposible, por hacer poesía.