Buenos días a todo el mundo.
Soy nuevo por aquí y mi nombre en estos páramos infinitos de la acústica es Vinilos y Aguja.
Veréis, más que una pregunta, por todo lo que he ido viendo por aquí y por allá, es una eterna discusión.
Resulta que tras años de ir persiguiendo el equipo Hi- Fi "perfecto" (por más que nos lo parezca el nuestro siempre acabamos descubriendo algo nuevo o vintage que nos seduce), le ha llegado el momento del cambiazo al tocadiscos: un Technics SL BD 20 con no muchas posibilidades de mejora, por no decir ninguna, pues sin ajustes posibles y cápsula TP4...
Total, llevo una eternidad mirando y remirando marcas, modelos nuevos y no tan nuevos (segunda mano) y lo único que he sacado claro es el importe que me pienso gastar (tope de 300€) y, en función de por lo que me decida, donde comprarlo. Por todo lo demás he visto que los amantes del vinilo nos, como decirlo, ¿religionalizamos?, en dos grupos: tocadiscos Hi-Fi y de DJ (los de tracción directa).
El primer grupo es como si no viera más allá de las marcas Proj-ject y Rega como punto de inicio en el mundo del audiófilo, alaba a Thorens y otras marcas como Dual, Lenco y Garrard (la última la están intentando devolver a la vida concentrándose en 3 de sus anteriores modelos y, salvo la primera alabada, las otras dos no parecen fabricar nada destacable (si me equivoco corregidme). Este grupo critica los aparatos de tracción directa por carecer de riqueza de armónicos y, el tipo de tocadiscos defendido, aparentemente tiene dos carencias:
1-) No hay estroboscopio ni ajuste posible (al menos que yo sepa) más que el evidentemente audible para una posible pérdida de velocidad (a cambiar correa); a pesar de que todos los fabricantes, la reconocen en las fichas técnicas de sus distintos productos.
2-) El platter, si lo queremos pesado (particularidad bastante apreciada para reducir transmisión de vibraciones), hay que mirar modelos que ya empiezan a ser de precio bastante elevado.
El segundo grupo defiende a capa y espada los tocadiscos de tracción directa, frente a los anteriores, precisamente por:
1-) No hay correa de tracción y se tiene control absoluto de la velocidad gracias al estroboscópio.
2-) El platter suele ser pesado y las patas del aparato en sí generosas para reducir, al máximo posible, las vibraciones en el disco y, por ende, en la aguja al realizar la lectura del surco.
3-) Defienden que son tocadiscos fabricados cómo los de antes.
Y ahora viene el debate en realidad. De acuerdo; un tocadiscos DJ está pensado para dar un sonido potente, bonito y rotundo pero, poco armónico. También reconozco que vienen equipados con prestaciones que, para los que nos gusta escuchar la música con toda su riqueza y belleza y, cómo no, su dulce, brillante y nada mate caricia en los oídos, nos suenan a sacrilegio (y mira que es de alabar el buen hacer de un Dj). Pero tienen algo que, para mi parecer, sería de muy agradecer en un plato Hi-Fi: el estroboscópio.
¿De verdad pensáis que si le cambiáramos cápsula y aguja (las que traen los de tracción directa son para Dj), por un conjunto de cápsula y aguja como los que nos gustan a los audiófilos, no obtendríamos los mismos resultados que con un más que decente plato HI-FI?
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