Desde que leí 'El nombre de la rosa' tengo clara la importancia que tiene para el poder la represión de aquello que rodea a la comedia.
Llevamos algo más de un año con casos judiciales de risa, especialmente con tuits sobre terrorismo.

Ahora por un chiste sobre un monumento, un juez exsenador del PP admite a trámite una querella de una asociación ultramontana.

Mi impresión personal es que la ley mordaza no ha sido más que una forma de reprimir la libertad de expresión y hacerlo tiene una consideración política nada democrática.

https://iniciativadebate.org/2017/04...onstitucional/
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