Me produce una tristeza increíble la existencia de estas redes.
Realmente no sé como puede un tío hecho y derecho irse al catre con alguien que probablemente este esclavizado.
Bueno, no entiendo que nadie lo haga pagando a nadie.
Debe ser que mis problemas no se quitan con un polvo de cualquier o de aquella manera.
(Y yo también presto asistencia profesional en ocasiones a trabajadoras del sexo).
Pero repito que tiene que ver con lumpen y no con masculinidad.